Hoy en la mañana (12 casi 1) que me levanté subí a la cocina y ahí estaba él, sentado frente a la puerta abierta que da a la terraza contemplando muy pacífico la lluvia que caía sobre el piso de madera y la poca nieve que queda ya. Ahí estaba él sentado de manera muy relajada con sus largas rastas y delgada figura viendo la lluvia caer sobre (cualquier cosa que se descomponga en la casa y va a parar a) la terraza. Llegó ayer en patineta y se alojó en el cuarto que antes ocupaba yo y que lo dejé porque el de enseguida era 20 dlls. más grande. Ahí estaba él sentado frente a la puerta abierta que da a la terraza contemplando la lluvia con un cigarro de Cannabis sativa en la mano y un tarro de miel en la otra, voltea y me dice sonriendo -"how's it going?"-
Por un segundo pensé en compartir mis waffles con él para ver si compartía su cigarro conmigo, naaa, le contesté -“great”- y me devolví a mi cuarto.
Me encanta mi casa
2 comentarios:
Es que, la vida con un "makelele" se ve diferente. Tenías que haberte sentado a su lado... jjajajajjajajajaj
muy buena historia, mucha coherencia narrativa y como dicen en madagaskar me
uta
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