Sólo diré que quien haya sido no tiene corazón ni alma (esto incluye que haya sido o no un accidente ajeno a intereses de cualquier tipo) y confirma que al gobierno, al menos de este país, solo le importan dos cosas el dinero y el poder y la supuesta indignación tan hipócrita de los medios locales es parte del juego que hay que seguir para obtener el raiting que esta tragedia les da.
Cuando decidan ejercer un periodismo de verdad objetivo y crítico dejando de lado los intereses que tienen como empresas tendrán derecho a indignarse, cuando dejen de publicar hechos a medias tintas sobre las injusticias y barbaridades que el gobierno comete tendrán derecho a indignarse, cuando dejen de manipular la información a conveniencia propia y de otros entonces y sólo entonces tendrán el derecho a indignarse con sucesos como este.
No hay comentarios:
Publicar un comentario