Ayer estuve escuchando la lluvia caer por el tejado, al salir me di cuenta de la neblina, no hacía viento por lo tanto no hacía tanto frío. Me gusta cuando hay neblina, me hace sentir dentro de alguna historia de la época victoriana al caminar rodeada de casas con esa arquitectura.
Al mismo tiempo me ubico en Whitechapel, cuando la neblina deja ver poco a poco las delgadas siluetas de las chicas que esperan pacientes y con poca ropa en mi calle a mitad de la noche, imagino una carroza negra jalada por caballos haciendo parada con alguna de ellas, de la carroza sale el brazo de un fino y respetado médico de Londres ofreciéndole un racimo de uvas para que suba con él y aparezca destazada unas cuadras más adelante.
Si, la neblina me provoca una sensación agradable.
2 comentarios:
Menos mal que te provoca una sensación agradable...porque yo me estaba acordando de la peli DESDE EL INFIERNO, de Johny Deep, y no es que me estuviera dando buen rollito, la verdad jjajajajjajajaja
Por cierto, me encanta esa peli.
A mí me da dolor de cabeza, pero reconozco que es bucólica...
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